La foto entre Javier Milei y Donald Trump encendió a la administración libertaria que vivió días en silencio y preocupación. Los disparos a Macri y reconfiguración de la campaña, dos ejes.
Publicado el 24/09/2025 por Juan Pablo Kavanagh
La Libertad Avanza en masa salió a festejar la foto que consiguió su líder, Javier Milei, con Donald Trump este martes. Fue un alivio después de días de extrema preocupación en medio de una crisis financiera, política sin igual, a la que se le sumó una disputa puertas adentro que todavía no se terminó de zanjar. Y además sirvió para envalentonar al oficialismo de cara a la decisiva elección del 26 de octubre, con renovados cuestionamientos a Mauricio Macri.
Fuentes libertarias reconocían que hasta el sábado el espacio violeta que domina la Casa Rosada estaba golpeado en términos económicos y políticos. Jornadas en la que los teléfonos y reuniones no cesaban y el futuro lucía desalentador. Por esas horas frenéticas, nadie se animaba a confirmar un encuentro bilateral con el mandatario de Estados Unidos.
Si bien los lazos nunca se cortaron, con la Cancillería de Gerardo Werthein aceitando vínculos de manera constante, había miedo a que sucediera lo que pasó en Mar-a-Lago el 4 de abril. En aquella fecha, el jefe de Estado viajó hacia la residencia del titular de la Casa Blanca en busca una foto con él y no lo consiguió. El fiasco generó reproches subidos de tono hacia el ministro de Relaciones Exteriores de parte de un ala de Balcarce 50 y hasta versiones de cambio en la cartera. El empresario, amparado en su relación con Milei, sobrevivió sin problemas.
Con semejante antecedente, el oficialismo esperó hasta último momento para confirmar el cónclave. “Te pueden decir que sí, que está todo bien, y después Estados Unidos o el propio Trump sale con un X y te desmiente todo, con ellos todo es dinámico”, relató una fuente a este medio. Finalmente, el cara a cara se concretó el martes, previo anticipo de Manuel Adorni, y la euforia se apoderó de todo el arco violeta, sin distinción. Basto ver como el Gordo Dan desde el stream Carajo salió a festejar un encuentro que significó tranquilidad y futuros recursos para un Banco Central escaso de reservas.
Ahora, con la calma cambiaria, hay un convencimiento en LLA de que la elección del 26 de octubre en los principales centros urbanos será positiva y hasta pronostican que se achicará la brecha de 14 puntos con Fuerza Patria en el bastión electoral del PJ. Los armadores violetas juran que aprendieron de los errores y multiplicaron presencias en los principales puntos de la provincia, tratando de mostrar más cercanía. Hay otro punto que destacan: la fiscalización no será un eje traumático ante la boleta única de papel, el sistema de votación de los próximos comicios.
Con ánimos recargados, en Balcarce 50 aprovecharon la jornada efusiva para salir a pegarle a Mauricio Macri, quien se ofreció como ayuda en estos traumáticos momentos.
Pero en el Gobierno dicen que no la necesitan. En la fuerza violeta, el pedir asistencia no está en sus manuales. Lo ven como un signo de debilidad. De hecho, un hombre del PRO de relevancia contó que ofrecieron asistencia para fiscalizar el test electora del 7 de septiembre y le contestaron, de manera categórica, que no los requerían, que contaban con 52 mil personas para cuidar los votos. El episodio de la fiscalización terminó con cruces entre el sector de los Menem y Las Fuerzas del Cielo, la organización que nuclea a jóvenes militantes del ámbito digital y se mueven con Santiago Caputo. Un sector menospreciado por los armadores bonaerenses, que los excluyeron de las nóminas.
Hoy, dicen que Macri está hundido con su imagen y no sirve que aparezca haciendo campaña en las semanas decisivas previas al comicio. Incluso, en la Casa Rosada se preguntan: “¿Por qué nos juntaríamos con alguien que tiene 75% de imagen negativa sólo en la Ciudad?”.
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